2 Nunca había notado que mi muñeco articulado de madera podía moverse como nosotros. El día que lo vi dibujando o haciéndome el desayuno, no me pareció extraño o irreal.
3 Con la simpleza de su mano, intervino mi alma y se apoderó de ella.
4 -Dame lo que me pertenece, forro-dije con toda la ira que pude expresar- No te das cuenta de que sos viejo. Pronto lo perderás todo, indistintamente.
5 Voy caminando por la calle. Un pibe bien vestido y de facciones definidas y atractivas se acerca en dirección opuesta y me pasa por al lado. Un segundo antes del cruce lo miro, me parece que no hay nada de malo en mirar, él también me mira y creo que sonríe. En realidad, solo puedo afirmar ese 'creo' porque tengo lentes de contacto puestas y no veo bien. Esa sonrisa posiblemente haya sido un engaño de las putas lentes a las que no me acostumbro. O puede que me haya sonreído, esa sonrisa-ilusión de mi vista era bella, tenía una línea fina y ondulante, una leve mueca en el cachete que la volvía mansa y amigable. Insospechadamente, pensé que algo sucedía en el azar de la calle.
Es como un bombardeo de imágenes inexplicablemente bellas. A la vez podrían ser distintos narradores o perfectamente el mismo. Muy interesante esta nueva idea.
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