Expurgo a los demonios de mi carne
Yo soy mi propio sacerdote
¿Qué habita mis células?
¿Qué intentan decir los músculos que me hacen temblar?
Allí...pienso, una serpiente me recorre el cuerpo,
Un tigre le da un zarpazo a un abismo secreto
a un vacío
¿Incito rebeliones dentro mío a expensas de muertos y hombres queridos?
¿Hay algún lugar que pueda llamar Paraíso fuera de los límites de mi piel?
Sostengo el rostro que me da la vuelta
y quiero mirarme triste o feliz (¿llorando?)
¿Hay rebeldía en el brillo de mis ojos?
¿Soy capaz de la palabra y del silencio? (Me susurro una respuesta)
De camino a la Fuente y a mí mismo
me desnudo por jardines
sin sentir vergüenza.
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